Este protocolo establece las directrices para la detección, referencia y seguimiento de párvulos, párvulas y estudiantes desde los establecimientos educacionales hacia la red de salud pública. Todo esto en el marco de la ley 21.545, que promueve la inclusión, la atención integral y la protección de los derechos de las personas con trastorno del espectro autista en los ámbitos social, de salud y educación.